La Psique

La palabra psique proviene del griego antiguo psyché (ψυχή), que originalmente significaba “aliento” o “soplo de vida”.

En la cultura griega, el aliento era considerado el principio vital que diferenciaba a los seres vivos de los muertos, y este concepto se fue asociando progresivamente con el alma, entendida como la esencia inmaterial de una persona.

En la mitología griega, Psique era la personificación del alma humana, representada como una figura femenina que simbolizaba la belleza y la inmortalidad.

Su historia de amor con Eros refleja la búsqueda espiritual y la transformación del alma hacia estados superiores. A lo largo del tiempo, psique pasó a referirse no solo al alma en un sentido espiritual, sino también a la mente y la conciencia en el ámbito filosófico y psicológico.

Este vínculo surge de la idea de que el alma/psyche es el núcleo que conecta lo físico con lo trascendental, abarcando tanto los procesos mentales como los aspectos más profundos de la existencia humana.

En este sentido, el concepto de psique combina lo espiritual y lo psicológico, subrayando que el alma no solo es la esencia de la vida, sino también el origen de los pensamientos, emociones y percepciones.